Es un dispositivo que emite luz monocromática y unidireccional, cuya longitud de onda logra destruir el folículo piloso. Esta alta potencia reduce la duración de tiempo de pulso, consiguiendo la cantidad de energía necesaria para lograr su objetivo (entre 10 ms y 400 ms).
El laser diodo es el más seguro y demandado para la depilación definitiva. Actúa sobre pieles de fototipo I a VI y bronceadas. Tiene una longitud de onda de 810 nanómetros, lo que se traduce en una alta potencia capaz de eliminar el vello en un tiempo reducido de pulso. Resulta muy efectivo en el pelo oscuro y grueso.